sábado, 6 de diciembre de 2008

En tus labios la sal



En tus labios la sal
De par en par abiertas mis heridas,
-en tus labios la sal,
en tus labios la palabra granate-
es el momento justo de quererte,
de escudarme en tu cuerpo y ser contigo.

Perverso me propongo
descolgar de tu mundo el pasado hecho trizas,
abolir los recuerdos que te hieran
(terapia de terapias)
y no contarte nada que nos venga de fuera.

Ya ves: nos pesan los amigos,
se nos caen de las manos,
se nos quedan ahorcados del hilo del teléfono.
Ya ves,
estamos solos.
Yo, para hundirme en tu cuerpo,
transformarme en la espuma de los vasos de leche,
el cordón de un zapato,
la llama de una vela.