jueves, 30 de octubre de 2008
Te veré venir
Te veré venir.
Andar. De lejos pasear,
cruzando las alegres veredas de los parques.
Te veré subir,
bajar mi calle,
acercarte a mi portal y llamar.
Te veré llegar a mi casa,
abrir todas las puertas,
descorrer uno a uno los cerrojos que me aislaban
Te propondré morir conmigo cada noche,
renacer cada mañana,
esperar en silencio el sol de media tarde
y amarnos después en cada frase inacabada.
martes, 21 de octubre de 2008
Si tu cuerpo se me acerca y me sorprende
Si tu cuerpo se acerca y me sorprende
será a mi libertad un golpe duro
como un chocar de escudos contra espadas.
Si se acerca tu voz, como un alud de risas y murmullos
regresaré a esas noches que se agrandan
Me guardaré de visitar tu sombra,
tu dominio de brazos y palabras
tu escalera de dobles suavidades.
Me guardaré de frecuentar tu nombre,
de dejarlo fluir por mi garganta,
camino de mis labios y mi boca.
viernes, 17 de octubre de 2008
Anónima
Es posible que tarde,
algún que otro siglo más en comprenderte.
Que cuando el milenio termine
y la gente sienta que está de vuelta de las cosas,
yo aun no haya cruzado la esquina de tu cuerpo.
Los estados, las naciones,
los imperios que surjan o declinen,
no sabrán nada de ti,
no constará tu nombre en sus archivos.
Anónima:
desconocida mujer de carne y hueso,
vivirás hasta entonces,
sin nombre y sin provincia.
jueves, 16 de octubre de 2008
Te he dicho que te quiero
¿Te he dicho que te quiero?
Si, lo recuerdo,
te he dicho que te quiero
20 veces al menos, cada día
como lo recetó Buscaglia
Vamos bien, de la palabra al beso,
de lo anhelado a lo conocido.
Vamos tejiendo sueños,
tejiendo historias.
Llega abril y llegará octubre
con su día de muertos
y miraremos atrás.
La vida se nos va en adioses,
la alegría la hemos bebido por minutos
de horas robadas frente a frente,
Los sueños los hemos bordado de espuma,
la arena nos ha regalado zapatillas,
nos hemos vestido de mar y
bailamos al son del viento
un vals irrepetible y conocido.
Te he dicho que te quiero
¿me concedes esta pieza?
miércoles, 15 de octubre de 2008
Tu ausencia
en tu boca golosa, mi niña
la ausencia de tus besos, que me traigo.
Ausencia, de tu cuerpo moreno
aquí a mi lado,
de tus labios carnosos,
de tu piel de seda.
Ausencia de ti,
que me lleva el alma
vagando por la calle;
de bar en bar,
de cigarro en cigarro,
de dolor en dolor…
Ausencia, que me mata,
solo tu presencia,
tus ojos brillantes,
tu sonrisa fresca.
Quiero reflejarme en ti,
verme en tu mirada,
contagiarme de tu alegría
y tu no estas aquí.
lunes, 13 de octubre de 2008
Burbujas
sábado, 11 de octubre de 2008
Mi casa
Aquí tu voz nunca ha sonado
Nunca has dicho "Te quiero"
ni has dejado caer tu mirada en las cosas.
Aquí nada se sabe de tu cuerpo desnudo.
Ni sábanas ni sombras te han rozado
ni tu perfil fugaz se mueve en los espejos.
Aquí sólo se sabe de mi vagar sombrío,
del vuelo hacia otros mares de pájaros errantes,
del pálido amarillo del sol en las ventanas.
Aquí la vida pasa: sabida, azul y previsible,
con un regusto amargo a periódicos viejos,
sin un recuerdo tuyo que llevarme a la boca.
Aquí nada se sabe de tu sonrisa amable,
de tu ojos despiertos, de tu voz en mi oído,
de tu mano apoyada en los cristales.
Octubre como siempre
Octubre tuvo siempre mi muerte preparada.
Tuvo siempre el poder de echarme encima errores,
de escupirme a la cara que camino despacio.
Octubre, como siempre, me contagió las lluvias,
me cortaba, el teléfono, las alas…
Redujo a puro tiempo el vuelo de las nubes.
Asesinó a los pájaros
y perpetró la huelga de semáforos y luces,
el hábito de objetos y costumbres pasadas.
Octubre estuvo siempre manchado de alquitrán.
El que mira
El que mira con atención es capaz de ver y retener esas imágenes grabarlas en la mente y el corazón. Las visiones van despertando palabras, y en esa cosecha de frutos, uno a uno desgranados y maduros, comparto por primera vez mi labor de varios años.