lunes, 13 de octubre de 2008

Burbujas




Hay miles de burbujas que han salido a buscarte
Burbujas transparentes del jabón
de la espuma del mar
de la sonrisa dulce de una niña.

Bubujas que conocen el sabor del salitre
la dureza del marmol
y la palidéz mortal de los lavabos



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bonita forma de sacar el ángel de la inocencia hasta del frío azulejo. Como suele pasar en las personas y acciones. Son o llegan a ser especiales según para quién y en qué momento, como los lugares con la más siniestra apariencia, especiales si alguna vez allí se amó. Hasta si se amó contra el azulejo y desde la distancia. Felicidades por la voz, por escribir así.

Saludos,

Críptica.

Sukulenta dijo...

La primera vez que escuché este poema, estaba en la que habia sido mi casa, tu voz en mi salón, penetrando en mi pasado, exortisando los demonios del ayer, para dejar terreno libre a nuestras travesuras.

Cada noche, miles de burbujas giran, para traer universos de colores transparentes. Frágiles, y etéreas y sin embargo, imprescindibles.