sábado, 11 de octubre de 2008

Octubre como siempre


Octubre tuvo siempre mi muerte preparada.

Tuvo siempre el poder de echarme encima errores,

de escupirme a la cara que camino despacio.


Octubre, como siempre, me contagió las lluvias,
me cortaba, el teléfono, las alas…


Redujo a puro tiempo el vuelo de las nubes.

Asesinó a los pájaros

y perpetró la huelga de semáforos y luces,

el hábito de objetos y costumbres pasadas.


Octubre estuvo siempre manchado de alquitrán.









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