jueves, 13 de noviembre de 2008

Naufrago de uso



A medio sol de marzo, en esta casa triste,
en las tardes perdidas de viernes sin sorpresa,
se presagia tu sombra en los espejos
y es tu voz quien recorre los pasillos
-de mi cuarto al salón,
del salón a la calle y a mi cuarto-
y eres tú quien existe
y yo quien se adivina.

En esta casa triste,
de paredes albinas y venas transitables,
ha aparecido muerto tu zapato
-naufrago del uso-
sobre el terrazo frío de mi estancia.


1 comentario:

Anónimo dijo...

poemas para cuando se tiene frío y reconfortan las lágrimas. Gracias